jueves 28 de marzo de 2024
|| CARA Y CRUZ ||

"La fiesta de YMAD"

Por Redacción El Ancasti
Como síntoma de la crisis en que ha ingresado la empresa Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD) luego de la designación como presidente de Santiago Francisco Albarracín, se suma a los inconvenientes con empleados y proveedores la merma de los aportes a la Universidad Nacional de Tucumán, que integra la firma junto a la Provincia de Catamarca y el Estado nacional. La compleja situación de la casa de altos estudios fue informada ayer por el diario tucumano La Gaceta, bajo el título "García: 'la UNT está pagando la fiesta de YMAD". "En unos días la UNT tendrá que comenzar a consensuar las tácticas que implementará para achicar el déficit acumulado de $ 700 millones, según datos de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación. También, ver la forma para regularizar los millones que se le debe a la AFIP, una suma que ya ronda los $ 327 millones", consigna el matutino. Lo de "la fiesta de YMAD" son declaraciones del vicerrector, José García. Allá la universidad tucumana y su circunstancia. Como los gobiernos catamarqueños, parece haberse patinado la renta que le correspondía por su participación en YMAD mayormente en gastos corrientes, en lugar de capitalizarse. A los catamarqueños la noticia los roza por el incierto rumbo que ha tomado una empresa señera en el campo minero desde que se ejecutó el cambio de presidente.


Como ya se informó, la gestión de Manuel Benítez dejó a YMAD con más de mil millones de pesos de reservas, en plazos fijos en dólares y oro. La nueva conducción no le encuentra el agujero al mate y su ineficacia va consumiéndose el legado. La crisis de la UNT es consecuencia de la inoperancia para diseñar e implementar políticas que permitan reempinar a YMAD. La decadencia se desarrolla ante el mutismo de los directores catamarqueños, responsables directos de los cambios introducidos por la Casa Rosada. También se dio cuenta oportunamente a la opinión pública catamarqueña sobre las alternativas de la designación de Albarracín: empecinados en colocar a un "tropa propia" al margen de cualquier criterio vinculado a la idoneidad, los representantes de la Provincia en el directorio allanaron el camino para el desplazamiento de Benítez, cuya relación con Catamarca fue siempre más que buena. Así facilitaron la llegada de un desconocido a la Presidencia de YMAD. Las consecuencias se están pagando ahora. Lo que ocurre en la UNT prefigura el destino al que rumbea la interestadual si la gestión no compone: el déficit, eventualmente la desaparición de la que zafó en 2000, cuando se superó una coyuntura muy difícil, casualmente a partir de la reasunción de Benítez en el puesto máximo.


El silencio de los representantes locales frente al ajuste que, despidos incluidos, se lleva adelante en YMAD, no sorprende. Fracasada la torpe intentona tendiente a meter un alfil propio de Presidente, con el único y excluyente requisito de que respondiera en forma incondicional al jefe mayor de la política minera provinciana, asisten impasibles a la decadencia de la empresa que mayores réditos le dio a Catamarca por la explotación del yacimiento Bajo La Alumbrera mientras sostienen el invento de CAMYEN Sociedad del Estado, firma contaminada por las sospechas de manejos turbios, ideal para recompensar entenados con suculentos salarios, cuya deficitaria gestión pretende disimularse con sistemáticos aportes del Tesoro provincial.
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