viernes 29 de marzo de 2024
EDITORIAL

Alternativa sustentable

Muchas producciones agropecuarias, además de tener problemas serios de rentabilidad, presentan otros que no ...

Por Redacción El Ancasti
Muchas producciones agropecuarias, además de tener problemas serios de rentabilidad, presentan otros que no tienen siempre la difusión que merecen, tal vez por el peso que tienen algunos intereses comerciales, como por ejemplo el relacionado con la afectación al ambiente. 

Para procurar minimizar todo lo posible estos daños, cobra cada vez más fuerza una forma de producción alternativa a la tradicional, denominada agroecología, que propicia la producción agropecuaria sin uso de agrotóxicos, químicos y transgénicos para la obtención de alimentos sanos y cuidando el medio ambiente.

Como resultado adicional, pero no menos importante, la agroecología tiene menos costos y, por ende, una mejor rentabilidad que el modo de producción clásico.

A medida que los buenos resultados se fueron viendo y difundiendo, este modo de producción ha ido adquiriendo mayor presencia. Y por estos días tiene repercusión nacional porque se llevan a cabo una serie de reuniones para conformar la "Red Nacional de Municipios y Comunidades que fomentan la agroecología” (Renama). 

La cita es en la localidad bonaerense de Rojas, donde se debatirán experiencias que en la práctica han demostrado que el modelo es exitoso y superador, en muchos aspectos, del modelo tradicional de los agronegocios.
Una de esas experiencias se ha dado en Guaminí, localidad ubicada en el oeste de la provincia de Buenos Aires, donde abundan los cultivos transgénicos. Hace dos años comenzó en la zona, a partir de la iniciativa de técnicos y de algunos productores, una prueba piloto de transición a la agroecología. 

Al cabo del primer año, constataron que es posible producir sin químicos, mantener buenos rendimientos y disminuir los costos. Con el beneficio adicional de que ya no dependen de lo que se denomina el "paquete tecnológico” de semilla y químico de una empresa multinacional.

Durante el encuentro se presentarán otros ejemplos de fincas ecológicas y se encenderá el debate sobre temas conexos, como las consecuencias para la salud pública del modelo de agronegocios, el mapa de la contaminación por fumigación con agrotóxicos, entre otros temas.

La contaminación por plaguicidas no está aún estudiada a fondo, ni en su magnitud ni en las consecuencias concretas para la salud humana y animal. Sin embargo, hay algunos datos altamente preocupantes: un estudio de la Universidad Nacional de La Plata determinó el año pasado que casi ocho de diez alimentos vendidos en verdulerías están contaminados con los agrotóxicos que se utilizan en las explotaciones agrícolas para combatir las plagas.
Hasta el momento la única provincia que tiene una ley promocional de la agroecología es Misiones, pero aún no entró en vigencia por falta de reglamentación. En Santa Fe organizaciones sociales presentaron un proyecto, pero no fue tratado en la Legislatura. 

La propagación de las prácticas agroecológicas constituye una alternativa interesante que el propio Estado debería alentar. Los intereses que afectaría una iniciativa pública de estas características serán sin duda poderosos, pero la preservación ambiental, de la salud de las personas y la reducción de costos valen la pena el esfuerzo.
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