viernes 29 de marzo de 2024
EDITORIAL

Resultados a la vista

Con un buen criterio, el Ministerio de Salud de la provincia aprovechó la estadía de miles de niños y adolescentes de toda...

Por Redacción El Ancasti

Con un buen criterio, el Ministerio de Salud de la provincia aprovechó la estadía de miles de niños y adolescentes de toda la provincia en el Centro de Integración e Identidad Ciudadana para realizar una serie de estudios médicos, entre ellos análisis de glucemia, dislipemias (colesterol, anemia, etc.); celiaquía, Chagas, y brucelosis, entre otros. Uno de los resultados obtenidos por estos controles fue que el 37% de los chicos de entre 11 y 15 años estudiados tiene sobrepeso u obesidad.

Para la presidenta del Colegio de Nutricionistas, Patricia Perricone, el porcentaje puede ser aún mayor. "Todos los trabajos que se van haciendo tiran los mismos resultados, es decir que la sumatoria de la obesidad y el sobrepeso llega al 50%; por donde la vamos mirando a la problemática los números son los mismos”, señaló.

El porcentaje es superior a la media nacional, lo cual resulta doblemente preocupante, pues Argentina es el país que tiene más cantidad de niños con este problema en el contexto del continente latinoamericano.

Según la Encuesta Mundial de la Salud Escolar que se realizó también en Argentina en 2012, el porcentaje de adolescentes de entre 13 y 15 años con sobrepeso es del 28,6%, mientras que los obesos representan el 5,9%. Sumando los porcentajes de niños con sobrepeso y obesos en la Argentina no llegan al 35%, es decir, dos o tres puntos porcentuales menos que los resultados obtenidos en el Centro de Integración e Identidad Ciudadana, o quince puntos porcentuales por debajo según los cálculos de Perricone.

La obesidad, que afecta al doble de personas que en la década del ochenta, es una patología reconocida normativamente, y debe ser tratada por el sistema de salud estatal y por los obras sociales como tal.

Entre las causas deben citarse los malos hábitos alimentarios (se consumen alimentos hipercalóricos, ricos en grasa, sal y azúcares y pobres en vitaminas, minerales y otros nutrientes), y un notable descenso en la actividad física como consecuencia de una vida cada vez más sedentaria.

Respecto de este último factor, un informe recientemente publicado señala que en la Argentina solo una de cada tres personas realiza actividad física, pese a que la mayoría de los encuestados reconoció la importancia que tiene para llevar una vida saludable.

El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgos de enfermedades cardiovasculares, de diabetes, presión alta, trastornos del aparato locomotor (es especial la osteoartritis y algunos tipos de cánceres. La obesidad infantil trae consecuencias adicionales, como dificultades respiratorias, mayor riesgo de fracturas y secuelas psicológicas a veces muy difíciles de superar.

La clave en la lucha contra el sobrepeso y la obesidad está en los aspectos preventivos. Las escuelas deben convertirse en ámbitos de concientización respecto de la necesidad de asumir hábitos alimentarios saludables y actividades físicas controladas y sistemáticas.

Hasta el momento, salvo casos muy puntuales, la temática apenas ronda algunos contenidos educativos, pero está lejos de ser parte integrante formal de la currícula. Los resultados de esta omisión están a la vista. 

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