Con un
buen criterio, el Ministerio de Salud de la provincia aprovechó la estadía de
miles de niños y adolescentes de toda la provincia en el Centro de Integración
e Identidad Ciudadana para realizar una serie de estudios médicos, entre ellos
análisis de glucemia, dislipemias (colesterol, anemia, etc.); celiaquía,
Chagas, y brucelosis, entre otros. Uno de los resultados obtenidos por estos
controles fue que el 37% de los chicos de entre 11 y 15 años estudiados tiene sobrepeso
u obesidad.
Para la
presidenta del Colegio de Nutricionistas, Patricia Perricone, el porcentaje
puede ser aún mayor. "Todos los trabajos que se van haciendo tiran los
mismos resultados, es decir que la sumatoria de la obesidad y el sobrepeso
llega al 50%; por donde la vamos mirando a la problemática los números son los
mismos”, señaló.
El
porcentaje es superior a la media nacional, lo cual resulta doblemente
preocupante, pues Argentina es el país que tiene más cantidad de niños con este
problema en el contexto del continente latinoamericano.
Según la
Encuesta Mundial de la Salud Escolar que se realizó también en Argentina en
2012, el porcentaje de adolescentes de entre 13 y 15 años con sobrepeso es del
28,6%, mientras que los obesos representan el 5,9%. Sumando los porcentajes de
niños con sobrepeso y obesos en la Argentina no llegan al 35%, es decir, dos o
tres puntos porcentuales menos que los resultados obtenidos en el Centro de
Integración e Identidad Ciudadana, o quince puntos porcentuales por debajo
según los cálculos de Perricone.
La
obesidad, que afecta al doble de personas que en la década del ochenta, es una patología
reconocida normativamente, y debe ser tratada por el sistema de salud estatal y
por los obras sociales como tal.
Entre
las causas deben citarse los malos hábitos alimentarios (se consumen alimentos
hipercalóricos, ricos en grasa, sal y azúcares y pobres en vitaminas, minerales
y otros nutrientes), y un notable descenso en la actividad física como
consecuencia de una vida cada vez más sedentaria.
Respecto
de este último factor, un informe recientemente publicado señala que en la
Argentina solo una de cada tres personas realiza actividad física, pese a que
la mayoría de los encuestados reconoció la importancia que tiene para llevar
una vida saludable.
El
sobrepeso y la obesidad son factores de riesgos de enfermedades
cardiovasculares, de diabetes, presión alta, trastornos del aparato locomotor
(es especial la osteoartritis y algunos tipos de cánceres. La obesidad infantil
trae consecuencias adicionales, como dificultades respiratorias, mayor riesgo
de fracturas y secuelas psicológicas a veces muy difíciles de superar.
La clave
en la lucha contra el sobrepeso y la obesidad está en los aspectos preventivos.
Las escuelas deben convertirse en ámbitos de concientización respecto de la
necesidad de asumir hábitos alimentarios saludables y actividades físicas
controladas y sistemáticas.
Hasta el
momento, salvo casos muy puntuales, la temática apenas ronda algunos contenidos
educativos, pero está lejos de ser parte integrante formal de la currícula. Los
resultados de esta omisión están a la vista.