Primero pelarlos y después el cedazo Que la mujer con manos artesanas hacen con amor Sin importarles el dolor de cintura o de brazos Ya puesta la paila en el fuego Comienza la diversión La caña de mano en mano Mezclando para que no se pegue Después de un tiempo comienzan a brotar las gotas saltarinas Y para poderlas esquivar Convierten a las cocineras en expertas bailarinas Ya en su punto justo, sacarla y ponerla a enfriar Estando ya lista para degustar Ya sea con pan, queso o quesillo Entre la familia o algún amigo Y así termina esta historia De este delicioso dulce Llamado la jalea de higo.Prof. Ramón Hugo Herrera DNl 13.604.180 La Tercena, Fray Mamerto Esquiú