-¿Cuál
es el objetivo principal de esta capacitación?
-Es
poder pensar colectivamente los problemas que hay en las escuelas y tener la
guía de orientaciones que fue hecha entre el Ministerio y las provincias. Esto
implica reconocer los problemas que hay y proponer una perspectiva de trabajo
frente a eso.
-
Los conflictos están en las escuelas, ¿cuál es el rol del docente ante este
escenario?
-Depende
de los lugares, las escuelas, es decir, en el contexto donde conviven los
chicos surgen los problemas. Donde hay más de una persona en una escuela habrá
conflictos y es natural que haya conflicto. El tema no es que haya conflicto
sino cómo el conflicto se resuelve o muchas veces cómo los conflictos se
ignoran o se tratan de separarlo en vez de resolverlos y esto trae aparejado
muchas veces que el conflicto salga a la luz por otra vía que muchas veces
tiene que ver con respuestas en forma violenta.
Cuando
no se asume que en las escuelas hay conflictos, termina saliendo por otra vía
que en general es el camino que uno no quiere que salga que es por la violencia
y el desborde.
-
¿Es ahí donde el docente debe saber o tener las herramientas para resolver el
conflicto?
-
Sí, en la guía nosotros pensamos que hay tres momentos que en realidad son como
simultáneos para poder pensar juntos modos de actuar, pensar en la escuela de
"antes” es pensar lo que podemos hacer antes que sucedan los problemas y esto
tiene que ver, por un lado con pensar en términos de prevención de algunas
cosas, pero sobre todo de promoción de pensar qué escuela queremos y qué
queremos que pase en nuestras escuelas, qué queremos que vivan los chicos en
nuestras escuelas y qué queremos vivir nosotros como docentes en las escuelas y
qué hacemos para eso, qué queremos suceda. Eso es como el primer paso, después
la guía propone pensar el "durante” que es pensar estrategias para actuar en el
momento que tenemos que actuar. Bueno… la situación pasó no todo es anticipable
que por más, que la queremos anticipar, suceden y qué hacemos con eso y cómo
podemos actuar en función de eso y, por otro lado, pensar el "después”.
Hay
muchas situaciones que no terminan solo con poner una sanción a un alumno sino
que terminan cuando podemos trabajar, cuando esos alumnos o grupos puedan
entender porqué no está bien hacer lo que hicieron y cuando eso modifica
después lleva a modificar las conductas y las acciones. Muchas veces se piensa
la sanción como un punto de llegada después de varias cosas.
Nosotros
decimos que es un punto de partida para que esa persona que fue sancionada
pueda cambiar y transformar eso que hizo mal, no es un punto de llegada que
clausura y no da posibilidades, sino que es algo que nos pone un límite para
así partir de este momento podamos pensar y hacer las cosas de otro modo.
-La
participación de los docentes fue muy importante en la provincia, ¿colmó su
expectativa?
-Nos
superó ampliamente la convocatoria, nosotros veníamos hablando de hacer un
encuentro en la provincia con cuatrocientos docentes y creo que hoy llegamos a
setecientos con lo cual superamos ese número.
-
¿Le parece que eso habla de las ganas de los docentes a capacitarse?
-Sí,
por un lado echa por tierra eso de que los docentes no quieren capacitarse o
que los docentes no buscamos maneras de resolver los problemas, hay ganas.
Evidentemente no es así, la convocatoria da cuenta de que están buscando
estrategias y que quieren escuchar nuevas maneras de construir juntos maneras
para intervenir en los problemas y también obtener las respuestas a estos
problemas que son siempre colectivas y no individuales. Nos tenemos que juntar,
pensar y debatir que podemos o no ponernos de acuerdo y disentir, pero también
podemos construir juntos respuesta a problemas que son difíciles que no sabemos
a veces cómo abordar.
-
Usted cree que hay más situaciones complejas en las escuelas que años
anteriores o por ahí se escucha decir que los alumnos ganaron terreno en
algunas cuestiones…
-
Hay varias cosas para decir sobre esa frase que se escucha en la escuela y
también socialmente. Por un lado, ganar terreno está describiendo una disputa y
no un lugar de encuentro y la escuela es un lugar de encuentro y no de disputa.
Es un lugar donde los grandes y adultos, niños y adolescentes nos encontramos
no para ganar o perder ni tenemos nada que disputar. Los roles son distintos,
no hay posibilidad que haya educación si no hay asimetrías.
Entonces
no estamos disputando nada, reitero la escuela es un lugar de encuentro no
idílico ni armónico y sabemos, como lo decíamos antes, que habrá conflictos
pero si nosotros entramos a la escuela como docentes adultos a ver quién gana o
pierde estamos perdiendo.
-Se
escuchan también muchas veces quejas por parte de los docentes por la
indisciplina de los jóvenes.
-Yo
digo, frente a eso… muchos de los que hoy estamos trabajando en el Ministerio
hemos sido docentes, directores, no es que hablamos solo de la teoría. Es muy
distinto cuando uno piensa la escuela y piensa el aula como lugar entre adultos
y jóvenes tenemos cosas para decir y dar. Hay que pensar una autoridad, vos
bien decías, no es más como antes, que el docente por el solo hecho de ser
docentes tiene autoridad y es respetado.
-¿Por
qué no es como antes?
-Porque
la autoridad de hoy la tenemos que construir con actos en el día a día con los
grupos. Nosotros creemos que está bien y nos cuesta comprender.
Yo
te pongo un ejemplo, mirá vos si no se construye que pueden llegar dos
profesores y uno puede decirle a otro que con 4º "A” no puede enseñarles
matemática por la indisciplina, que no escuchan, no oyen ni hacen nada y el
otro le puede responder que es un grupo excelente, que es el mejor grupo que
tiene en la historia. Son los mismos chicos. Eso quiere decir que la autoridad
se construye en el vínculo, en el aula y puedo asegurar que no tiene que ver
con la demagogia porque muchos pueden decir que hay profesores que no ponen
límites y te puedo asegurar que los profesores que no ponen límites que no
enseñan, que son demagógicos y no quieren trabajar no son reconocidos por los
chicos. Los profesores que son reconocidos como buen profesor son aquellos que
les ponen límites y los hacen trabajar.
Es
en el aprendizaje donde hay algo de esta autoridad que no se tiene que pensar
en términos más democráticos y que no es el vale todo, pero que da la
posibilidad al otro de disentir, discutir, ser escuchado, dialogar.
-¿Cuál
es el rol de la familia?
Importantísimo
pero no podemos pensar o tener como piso que con los únicos que podemos
trabajar son aquellos que tienen un fuerte acompañamiento familiar, ese no
puede ser nuestro piso, porque quedan afuera muchos chicos que no lo tienen.
Contribuimos más a esa desigualdad de algún modo, si un chico es víctima de su
familia, es ignorado y si eso repercute en la escuela y para nosotros esa es
una condición ahora tiene dos problemas de la familia y el problema que él no
cumple con esa condición para la institución. Entonces, nuestra tarea es hacer
que en la escuela pueda aprender, esa es nuestra tarea.
-
Algo más para agregar sobre situaciones complejas?
Algo
muy importante frente a la situación de vulneración de derecho que descubrimos
es que es fundamental la tarea docente, muchas situaciones de maltrato
infantil, vulneración de derecho, violencia de género, se pueden poner en
palabra a partir de la escuela y de una mirada atenta de los docentes que deben
estar pendientes de estas cosas. Y estar pendiente implica cambiarle la vida a
un niño.
Reconociendo
esta tarea que hacen todos los docentes del país con mucho profesionalismo y
con amor a los chicos, tenemos que tener tranquilidad porque nuestra tarea no
es investigar, nuestra tarea es alentar frente a la sospecha y sin estar seguros
podamos anunciar o decir que a un niño le está ocurriendo algo y si no es así,
es tema de otra área, nosotros estamos para proteger y acompañar a los pibes.
Texto: Maria Aibar